¿La última tribu sin fuego?

Estamos acostumbrados a estar conectados con el resto del mundo. Para alguien del pasado esto parecería increíble, pero hoy podemos hablar con algún familiar que vive en Montevideo, seguir en vivo por Instagram lo que hace Kim Kardashian durante su día, usar las zapatillas Nike de LeBron James (y saber quién es LeBron aunque sea un jugador de basquetball de Estados Unidos), y conectarnos a disfrutar una clase de Historia por Zoom con su servidora (¡yo!). Los papás pueden contactar a sus hijos 24/7, podemos pedir sushi a domicilio a las 3 de la mañana y que llegue 20 minutos después, y podemos estar al tanto de lo que ocurre día a día en Afganistán.

Cuesta pensar que alguien pueda vivir totalmente apartado y desconectado de este mundo. Incluso muchos mongoles nómades tienen televisión en sus yurtas y en el Amazonas las tribus alejadas tienen contacto con el mundo moderno a través del comercio y del turismo.

Pero hay un lugar en el mundo que ha quedado detenido en el tiempo, completamente ajeno a lo que ocurre en el mundo. Hay personas que no saben que existen los celulares, el Internet, Netflix, las universidades, los autos, el dinero, los helados, el fuego, los cepillos de dientes, y tantas otras cosas que para nosotros son indispensables.

Este lugar es la isla de Sentinel del Norte, en el Océano Índico. Sus habitantes, los sentineles, han vivido sin contacto con el exterior desde hace miles de años (¡se cree que desde hace 60.000 años!). De hecho, la isla Sentinel del Norte es parte de la India, ¡pero los sentineles no saben que son parte de la India ni qué es la India!

Poco y nada se sabe de ellos y de su vida. Se calcula que hay entre 50 y 150 sentineles y son cazadores recolectores. Aún no se ha podido determinar si saben manejar el fuego (¿comerán carne cruda? ¿o no comen carne?)  y por lo que se ha visto en las imágenes aéreas, usan arcos y flechas.

Uno podría apresurarse a preguntar ¿por qué no son incorporados al mundo moderno? ¿Cómo los vamos a dejar viviendo esa vida primitiva y sin las bondades de la tecnología?

No es tan fácil responder eso. Habría que cuestionarse por qué su vida es “peor” que la nuestra, y si es absolutamente necesario que todas las culturas puedan usar las nuevas tecnologías. ¿Nosotros podemos tomar la decisión de cambiar su estilo de vida según nuestro propio criterio de una “buena vida”?

Quizás no quieres cambiar su vida, pero te estás preguntando si puedes hacerle una visita a los sentineles, por curiosidad. Lamento decirte que no puedes. Los mismos sentineles no han querido tener tratos con gente externa a su isla, ¡son muy hostiles con los pocos visitantes! Suelen amenazar con flechas a los helicópteros que sobrevuelan la isla y a los barcos que han podido acercarse. En 1981 un barco encalló en la isla y sus tripulantes no pudieron salir del barco hasta ser rescatados en helicóptero, debido a que los sentineles los atacaban permanentemente.

Si no te importa la hostilidad de la gente y aun así quieres ir a Sentinel del Norte, debes tomar en cuenta que, al no tener contacto con el resto del mundo por miles de años, los sentineles no tienen las defensas para enfermedades comunes que tenemos nosotros. Un simple resfrío podría acabar con todos los sentineles que quedan.

“¡No me importa contagiar gente!”, podrían decirme, “¡quiero ir igual a Sentinel!”. En ese caso, tendrías que tener dinero para sobornar a los pocos pescadores que se atreverían a acercarte a la isla, y nadar el último tramo del viaje. “¿Nadie me puede llevar gratis?” No. India tiene una prohibición de acercarse a la isla para evitar cualquier contagio de los sentineles y ataques por parte de ellos.

Si no te importan los ataques, los contagios, los sobornos ni las prohibiciones, podrías eventualmente llegar a la isla. Pero lo más probable es que sufras la misma suerte que John Allen Chau, misionero y viajero estadounidense que el 2018 decidió llegar a la isla Sentinel a pesar de todas las limitaciones. ¿Qué ocurrió? Crónica de una muerte anunciada: los sentineles lo atacaron con flechas y abandonaron su cuerpo en la playa.

¿Cuánto tiempo más podrán los sentineles vivir aislados del resto del mundo? ¿Podremos investigar y saber más de ellos sin ponerlos en peligro?