El triste arcoíris de Judy Garland

Judy Garland no tuvo una vida feliz. A pesar de representar a la inocente y alegre Dorothy en la película El Mago de Oz (1939), su vida estuvo lejos de parecerse a ese mundo perfecto, y estuvo llena de rupturas, adicciones y muerte. Judy, como muchos otros niños actores y niñas actrices de Hollywood, fue quebrada y aplastada por su propia fama y por las presiones de la industria cinematográfica.

Judy estaba destinada a la fama: nació en 1922 en Estados Unidos y sus padres eran artistas de vodevil, un tipo de teatro cómico. Tenía sólo dos años cuando debutó en el trío musical The Gumm Sisiters Kiddie Act, formado con sus hermanas mayores. Rápidamente, el trío dinámico logró protagonizar algunos cortometrajes sonoros (¡algo novedoso para la época!), pero fue Judy la que acaparó la mayor atención.

A los 13 años fue contratada por la compañía cinematográfica Metro Goldwyn Mayer (MGM, la del león), en donde inició su carrera como actriz.

Ya a tan corta edad comenzaron los problemas: su propia madre le administraba píldoras y diversas drogas a su hija (¡la madre del año!), y el propio estudio no se quedaba atrás con proveer más dosis cuando era necesario. Anfetaminas para soportar unas largas jornadas de rodaje y de promoción de las películas; pastillas varias para poder dormir y anular el efecto de las anfetaminas; metanfetamina y Phenobarbital (barbitúrico) para controlar su apetito y evitar que engordara. Todo esto con el fin de que rindiera siempre al máximo, para que tuviera un cuerpo perfecto, para poder producir más y más y más.

Después de varios éxitos, protagonizó El Mago de Oz a los 16 años, ganando un Oscar y consagrándose como una promesa de Hollywood.

Al poco tiempo, comenzó una relación con un hombre casado 12 años mayor que ella, con el cual se casó unos años después. Judy quedó embarazada, pero por presiones del estudio y de su suegra, finalmente se realizó un aborto, a pesar de que siempre había querido ser madre. Esto la quebró emocionalmente.

Con este matrimonio comenzó una seguidilla de relaciones que la llevó a casarse cinco veces en su vida y tener 3 hijos (entre ellos la famosa actriz y cantante Liza Minnelli).

Al leer sobre ella, da la sensación de que Judy nunca pudo estar a cargo de su vida. Desde niña fue manipulada, presionada y empujada por su madre, por el estudio o sus adicciones para poder generar más dinero y más éxitos comerciales. Su vida adulta tuvo varios éxitos profesionales, pero a costa de rupturas amorosas, problemas con las drogas e intentos de suicidio.

Judy Garland fue encontrada muerta en 1969 por una sobredosis de tranquilizantes. La canción “Somewhere over the Rainbow”, cantada por Judy para El Mago de Oz a los 16 años, parece presagiar que su vida estaría cruzada por la melancolía y el deseo de una vida libre de dolor, de sufrimiento y de problemas. Una vida que, tristemente, nunca pudo encontrar.

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