¿Feministas en contra del alcohol?

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Todos tenemos algún vicio. Desde los más comunes como el tabaco y el alcohol hasta los más oscuros y secretos como quedarse pegado viendo videos de perritos disfrazados en Instagram o pasar de una página de Wikipedia a otra en una cascada inagotable de información inútil. Bueno ya, ese último vicio es mío (nunca dije que no fuera nerd).

No tomo mucho alcohol. Una copita de vino de vez en cuando o media cerveza los fines de semana. Así que me serví una copa cuando me puse a leer Una breve historia de la borrachera de Mark Forsyth (2017), para estar en sintonía con la lectura.

Me adentré entonces en los misterios del alcohol, pasando por datos fascinantes sobre la relación del hombre y la bebida desde tiempos inmemorables.

Algunas de las cosas que más me llamaron la atención:

  • El edificio más antiguo de la historia, Göbekli Tepe, en la actual Turquía, no era una vivienda ni el centro de una ciudad primitiva. Al parecer, esta construcción del 10.000 a.C. fue construida por cazadores-recolectores con el propósito de fabricar cerveza. O sea, ¡era un lugar de reunión de distintas tribus para emborracharse y festejar! Fuimos bebedores sociales antes que sedentarios.

  • Cuando compramos una cerveza belga, nos imaginamos a los monjes medievales rezando y luego fabricando cerveza (¿y luego rezando mientras tomaban cerveza?). O imaginamos una taberna alegre con Robin Hood y sus compinches cantando y bailando con las señoritas del lugar al ritmo de un violín. Pensamos en una cerveza burbujeante, limpia, fría, refrescante. Nada más lejos de la realidad. En la Edad Media, los pobres no podían entrar a una posada, que era una especie de Grand Hotel de la época, y las casas de ale (especie de bar moderno) no existían hasta el siglo XIV. ¿Decepcionante? No tanto como la cerveza medieval. Más que un líquido hermoso de color oro, la ale medieval se parecía más a un puré, fangoso y burbujeante, que para que tuviera buen sabor era necesario agregarle rábano picante u otras hierbas. “¿Salud?” Paso, gracias.


Pero me quiero centrar un poco más en el último capítulo que trata sobre la Prohibición o Ley Seca en Estados Unidos. Época llena de mitos que nos lleva a pensar en bares clandestinos, flappers, jazz, aumento del consumo del alcohol y mafiosos italianos disparando sus metralletas.

Nuevamente, la realidad es un poco distinta al mito. La Prohibición o Ley Seca no fue una política impulsada por conservadores y puritanos aburridos que querían que el resto del país fuera aburrido como ellos. En realidad, la Prohibición comenzó por un movimiento feminista y no estaba en contra del alcohol.

“¿Feminista?”, me preguntarán. Pues sí. En Estados Unidos las mujeres respetables no podían ir a una cantina estilo saloon del Lejano Oeste y disparar sus pistolas al aire o a tomarse unos tragos de whisky al seco antes de batirse a duelo en la única calle polvorienta del pueblo en medio del desierto. Las mujeres respetables estaban en sus casas, furiosas porque sus maridos cobraban su sueldo y se lo gastaban en esas cantinas para luego llegar borrachos a sus casas a golpearlas.

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No se sabe qué tan cierto era esta situación, pero la gente creía que así ocurría. Por lo que algunos grupos de mujeres, como la Anti-Saloon League (fundada en 1893 en Ohio), comenzaron a abogar por la Ley Seca. Pero esta prohibición no era del alcohol (no tenían nada en contra de tomar un bajativo el domingo al almuerzo), sino en contra de los bares, como instigadores de pobreza y violencia doméstica.

Como suele ocurrir, esos grupos que pedían una regulación del alcohol fueron tomados (¡Já!, juego de palabras) por grupos más radicales que llevaron la Prohibición en la década del 20 a una prohibición del alcohol por motivos políticos hasta 1933. ¡Qué horror!

Lo más impresionante es que la Prohibición sigue vigente. ¡Chan! En muchos condados está prohibida la venta de alcohol los domingos; en otros, hay una prohibición total a la venta del alcohol. Finalmente, en otros condados, hay una prohibición total del consumo de alcohol. Y todo esto en el land of the free.

¡Salud!

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